EL POSTRE MAS ANTIGUO DEL MUNDO

 

La historia de los postres es global y sumamente curiosa. Global, porque encontramos dulces muy parecidos en partes del planeta que, sorprendentemente, no tendrían por qué haber tenido influencias entre ellas. Curiosa, porque citando el dicho popular, a nadie le amarga un dulce, y parece algo típico de todas las sociedades del planeta: eso de terminar una buena comida con un gran postre (y reservar un poco para lo mejor, que suele ser el final), el plato favorito de todos los niños.

 

Un ejemplo de ese postre por el que varios países del mundo sacan pecho y se atribuyen su procedencia los churros. Esta mezcla de harina, agua, aceite, sal y azúcar que pocas personas se atreven a preparar en casa, tan familiar para nosotros, es sumamente parecido a un postre chino llamado 'youtiao': pan frito muy típico de la cocina china, salado y que suele comerse de desayuno, como un acompañamiento natural del arroz o la leche de soja.

Foto: Fuente: iStock

¿Cómo puede ser? Los historiadores gastronómicos advierten de que no se debe ser muy posesivo en todo lo relacionado con la comida, pues el churro tal y como lo conocemos hoy, no es tan diferente de una receta de buñuelos hechos de harina y agua que ya se encuentra en un libro de cocina romano del siglo I a.C. En la cuenca mediterránea este tipo de comidas han existido, básicamente, desde siempre. Es decir, que no somos tan diferentes entre nosotros, al fin y al cabo, pues igual que construir pirámides, los humanos siempre han querido preparar dulces.

 

Según la leyenda, fue preparado como plato de celebración por la familia de Noé después de sobrevivir al diluvio universal y llegar al monte Ararat

 

Pero, si damos la importancia que se merece a los postres, ya sea a una crema catalana con un caramelo duro y dulce, o a un chocolate cremoso y perfecto, habría que hacerse la gran pregunta: ¿cuál es el postre más antiguo del mundo? ¿Podemos remontarnos a algo así, como arqueólogos golosos?

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Quizá sí podríamos: según la tradición islámica, el 'ashure' , fue preparado como plato de celebración por la familia del profeta después de sobrevivir al diluvio universal y llegar al monte Ararat. Cuenta la leyenda que este increíble cuerno de la abundancia de lo que debe ser un postre (incluye granos, frutas, nueces e incluso legumbres) se inventó combinando los ingredientes que aún quedaban en el Arca.

 

Se le pueden agregar peras y manzanas frescas picadas, higos secos, albaricoques, un palito de canela, clavo o almendras. Pero no solo eso, también garbanzos, arroz, judías o incluso lentejas

 

Ashure significa, literalmente, 'diez' en árabe, correspondiendo con el primer mes del calendario islámico y el décimo día del mes de Muharram (que es también uno de los cuatro meses sagrados del año). Se cocina, por tanto, durante esa época igual que aquí nos preparamos para comer torrijas durante la Semana Santa, y simboliza la difusión del amor y la abundancia. Además de tener la noble distinción de ser el postre más antiguo del mundo, conserva un importante significado espiritual en Anatolia (las tierras que comprenden la mayor parte de la Turquía actual).

 

Existen innumerables variedades y recetas de 'ashure' debido a la larga lista de ingredientes que se pueden utilizar, y, además, es vegano. Saludable y abundante, se trata de un postre de invierno. La gente puede improvisar o usar la receta de sus antepasados, pero probablemente te sorprenderá un poco, porque se come frío (hay que esperar a que se enfríe) y se le pueden agregar peras y manzanas frescas picadas, higos secos, albaricoques, un palito de canela, clavo o almendras. Pero no solo eso, también garbanzos, arroz, judías o incluso lentejas. Alimentos poco probables para postres que, sin embargo, los que lo han probado aseguran que es uno de los platos más deliciosos del mundo.

 

Se hace en grandes cantidades y se reparte entre amigos, parientes, vecinos, compañeros de trabajo o colegio, sin tener en cuenta las creencias de estos, como ofrenda de paz y amor

 

Tradicionalmente, se hace en en grandes cantidades y se reparte entre amigos, parientes, vecinos, compañeros de trabajo o colegio, sin tener en cuenta las creencias de estos, como ofrenda de paz y amor. Un poco como presuntamente hicieron Noé y sus familiares aquellos fatídicos días del diluvio universal en los que tuvieron que compartir todo. Algo tiene el agua cuando la bendicen y, al fin y al cabo, no hay un mejor motivo para comer un dulce que para poder compartirlo (a menos que seas de los que les revienta cuando el camarero trae dos cucharas). Pero, si lo de las lentejas y el arroz no es lo tuyo, siempre podrás seguir disfrutando de las torrijas.

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