Fueron halladas con tecnología láser y, según los primeros cálculos, tendrían unos 1500 años de antigüedad.
Ocultas bajo la densa vegetación de la selva boliviana, han sido descubiertas varias ruinas de asentamientos humanos que se extienden en la Amazonia y que alguna vez albergaron a una sociedad agricola. En total, fueron descubiertos 26 sitios, de los cuales una mitad era absolutamente desconocida para la arqueología, todo ellos correspondientes a un período durante el cual la región amazónica vio crecer sociedades complejas.
Redescubriendo la cultura Casarabe
Según precisa la publicación de la revista científica Sciencie Alert, que recoge el estudio del arqueólogoHeiko Prümers y su equipo, todos ellos del Instituto Arqueológico Alemán, los resultados de la investigación "descartan los argumentos de que la Amazonia occidental estaba escasamente poblada en la ëpoca prehispanica".
En cambio, la evidencia obtenida por los arqueólogos en esta reciente investigación abona la hipótesis de que la cultura Casarabe, que floreció entre el año 500 d. C. y el año 1400 d. C., tenía un "sistema de asentamiento altamente integrado, continuo y denso".
El equipo arqueológico, conformado en su gran mayoría por investigadores europeos, se valió de un sofisticado sistema de escáneres láser, operados de forma remota, para relevar el terreno en seis áreas que pertenecieron al corazón de la antigua Cultura Casarabe, al norte del actual territorio de Bolivia.
Así fue posible descubrir una extensa red de asentamientos oculta bajo la densidad del bosque, lo que representa el primer hallazgo de este tipo en las tierras bajas y tropicales de Sudamérica, entre numerosos edificios ceremoniales con plataformas escalonadas y montículos dispuestos en forma de U, todos con orientación norte-noroeste.
"La escala de los restos arquitectónicos en estos sitios, que incluyen pirámides de tierra que alguna vez se alzaron más de 20 metros sobre la sabana circundante, no se puede subestimar y está a la par con la de cualquier sociedad antigua", advirtió el arqueólogo Christopher Fisher, de la Universidad Estatal de Colorado, que no participó del estudio.
De hecho, según el experto, los nuevos hallazgos obligan a un replanteamiento de todo lo que se sabe con respecto a la gente de Casarabe, que no solo supo cultivar y transformar así el paisaje de la sabana amazónica, sino que también construyó edificios ceremoniales y se organizó en asentamientos.
Según los cálculos arqueológicos, el pueblo Casarabe llegó a movilizar unos 570 mil metros cúbicos de tierra para construir Cotoca, lo que representa diez veces más la cantidad de tierra que movió el pueblo Tiwanaku para erigir la pirámide de Akapana, actualmente la estructura más grande jamás hallada en el altiplano boliviano.
La cultura Casarabe construyó también murallas y fosos para defenderse, además de ingeniosos sistemas masivos para controlar el agua e incluso para poder cultivar alimentos en exceso, que se almacenaban para dar sustenta a la gran población en caso de imprevistos o malas cosechas.
Según describe Fisher, "estos datos apuntan a poblaciones densas, paisajes generados por humanos, centros con arquitectura monumental y una jerarquía de asentamiento compleja", muy similares a las de las culturas andinas más conocidas.
Mientras tanto, advierte el arqueólogo, es preciso documentar todo lo que sea posible sobre la cultura Casarabe, puesto que el rápido cambio climático está amenazando la preservación de las ruinas halladas.
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